Todos sabemos de sobra que cuando Windows (cualquier sistema operativo) inicia, junto al mismo arrancan (o se ejecutan) distintos procesos (bien sean aplicaciones, antivirus, componentes del sistema, etc.), pero ésto a veces disminuye el rendimiento del equipo...
La forma más sencilla de gestionar dichos procesos es mediante una utilidad que trae el mismo sistema operativo Windows en la mayoría de sus versiones; es práctico, te permite activar y desactivar todo lo que arrancan junto a Windows, está totalmente en español, etc.
Lo que haremos en este tutorial es fácil, primero ejecutar la Utilidad de configuración del sistema, llamada MSConfig (Microsoft System Configuration Utility), de la siguiente forma:
Ejecutamos el Diálogo Ejecutar. Clic en Menú Inicio > Ejecutar
Escribimos “
MSConfig
” (sin comillas), y damos en AceptarNos dirijimos a la pestaña (solapa) “Inicio” del MSConfig
Y en esta pantalla saldrán absolutamente todos los procesos y archivos que inician junto a Windows. Puedes activar y desactivar todo a tu gusto de manera rápida, sin problema ni limitación alguna pues es una utilidad auténtica del sistema Windows, creada para dicho objeto. Eso sí, tengan bastante cuidado con lo que hacen aquí.
¿Cómo saber qué activar y qué desactivar? Indicadores puntuales.
- Cuando desconoces los procesos, y son raros: En este caso, lo más recomendable es investigar en cualquier página dedicada a procesos como ProcessLibrary.com: sólo investigas sobre dicho proceso y de ahí tomarás la decisión adecuada. Esto último que he dicho es muy recomendable.
- Cuando los conoces, y te son inútiles: Ahora bien, si ya conoces de qué procesos estamos hablando (Ares, Winamp, etc.; programas conocidos), pero no te son útiles, desactívalos; total, no los necesitas y hacen bulto, consumen memoria, hacen más lento el inicio de Windows, etcétera.
- Cuando los conoces, y sí te son útiles: Obvio, déjalos quietos, no los desactives.
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